diumenge, 14 de desembre del 2014

LA MAS BELLA NIÑA-LUIS DE GONGORA

                                                            La  mas bella niña

Es un poema compuesto por seis estrofas de diez versos cada una. Como vemos los versos son de seis sílabas, o sea, hexasílabos.


La más bella niña
De nuestro lugar,
Hoy viuda y sola
Y ayer por casar,
Viendo que sus ojos
A la guerra van,
A su madre dice,
Que escucha su mal:

Dejadme llorar
Orillas del mar.

Pues me distes, madre,
En tan tierna edad
Tan corto el placer,
Tan largo el pesar,
Y me cautivastes
De quien hoy se va
Y lleva las llaves
De mi libertad,

Dejadme llorar
Orillas del mar.

En llorar conviertan
Mis ojos, de hoy más,
El sabroso oficio
Del dulce mirar,
Pues que no se pueden
Mejor ocupar,
Yéndose a la guerra
Quien era mi paz,

Dejadme llorar
Orillas del mar.

No me pongáis freno
Ni queráis culpar,
Que lo uno es justo,
Lo otro por demás.
Si me queréis bien,
No me hagáis mal;
Harto peor fuera
Morir y callar,

Dejadme llorar
Orillas del mar.

Dulce madre mía,
¿Quién no llorará,
Aunque tenga el pecho
Como un pedernal,
Y no dará voces
Viendo marchitar
Los más verdes años
De mi mocedad?

Dejadme llorar
Orillas del mar.

Váyanse las noches,
Pues ido se han
Los ojos que hacían
Los míos velar;
Váyanse, y no vean
Tanta soledad,
Después que en mi lecho
Sobra la mitad.

Dejadme llorar
Orillas del mar.        
   
En cuanto a su rima, los versos pares riman en asonante (-á), quedando sin rima los impares. No obstante, los dos últimos versos de cada estrofa forman un pareado de rima consonante que se repite al final de cada estrofa a modo de estribillo.

Por el uso de versos de arte menor, de la rima asonante y del estribillo que se repite es evidente que Góngora se inspira en la tradición de la lírica popular, aunque emplee recursos cultos, para dignificar la composición.
La letrilla se inspira en las jarchas y en la lírica popular peninsular, pues nos encontramos una vez más ante el lamento de la joven abandonada que se dirige a su madre en busca de consuelo. No obstante encontramos algunos recursos cultos.
Así aparece una metonimia en sus ojos/ a la guerra van, donde se refiere a su amado. Es una metáfora, las llaves de mi libertad.  Por otra parte son frecuentes los paralelismos: tan corto el placer/ tan largo el pesar, váyanse las noches… váyanse  y no vean… Además las antítesis son abundantes: hoy viuda y sola/ y ayer por casar…  tan corto el placer/ tan largo el pesar; yéndose a la guerra quien era mi paz, si me queréis bien/ no me hagáis mal; viendo marchitar /los más verdes años/ de mi mocedad.

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