dilluns, 15 de desembre del 2014

SI ERES CAMPANA ¿DONDE ESTA EL BADAJO?-FRANCISCO DE QUEVEDO



                                     Si eres campana ¿dónde está el badajo?


Si eres campana, ¿dónde está el badajo?;
si pirámide andante, vete a Egito
si peonza al revés, trae sobrescrito; 
si pan de azúcar, en Motril te encajo.

Si chapitel, ¿qué haces acá abajo?


Si de diciplinante mal contrito

eres el cucurucho y el delito,
llámente los cipreses arrendajo.

Si eres punzón, ¿por qué el estuche dejas?


Si cubilete, saca el testimonio;

si eres coroza, encájate en las viejas.

Si büida visión de San Antonio,


llámate doña Embudo con guedejas;

si mujer, da esas faldas al demonio.

El soneto de Quevedo retoma un tema en el que ya se había insistido mucho en periodos anteriores: el artificio en la belleza femenina. La idea de la bondad y hermosura de todo lo natural creado por Dios, así como el ideal platónico de belleza como reflejo de lo divino,  entra en clara contradicción con el uso de afeites y otros artificios a los que eran aficionadas muchas mujeres.
El soneto está compuesto por catorce versos endecasílabos de rima consonante ABBA, ABBA, CDE, DCE. Como es habitual, los versos se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos  y dos tercetos


Se trata de un poema satírico-burlesco, editado en  El Parnaso español (1648), en que Quevedo critica el uso del guardainfante, muy de moda entre las damas del siglo XVII .


LA ODA A LA FLOR GNIDO-GARCILAZO DE LA VEGA

                                                         Oda a la flor gnido


Si de mi baja lira

tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese:

no pienses que cantado
seria de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido,


ni aquellos capitanes 
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes,
el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
mas solamente aquella
fuerza de tu beldad seria cantada,
y alguna vez con ella
también seria notada
el aspereza de que estás armada,

y cómo por ti sola
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en vïola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.

Hablo d’aquel cativo
de quien tener se debe más cuidado,
que ’stá muriendo vivo,
al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado.


Por ti, como solía,
del áspero cabello no corrige
la furia y gallardía,
ni con freno la rige,
ni con vivas espuelas ya l’aflige;

por ti con diestra mano
no revuelve la espada presurosa,
y en el dudoso llano
huye la polvorosa
palestra como sierpe ponzoñosa;

por ti su blanda musa,
en lugar de la cítera sonante,
tristes querellas usa
que con llanto abundante
hacen bañar el rostro del amante;


por ti el mayor amigo
l’es importuno, grave y enojoso:
yo puedo ser testigo, 
que ya del peligroso
naufragio fui su puerto y su reposo,

y agora en tal manera
vence el dolor a la razón perdida
que ponzoñosa fiera
nunca fue aborrecida
tanto como yo dél, ni tan temida.

No fuiste tú engendrada
ni producida de la dura tierra;
no debe ser notada
que ingratamente yerra
quien todo el otro error de sí destierra.

Hágate temerosa
el caso de Anajárete, y cobarde,
que de ser desdeñosa
se arrepentió muy tarde,
y así su alma con su mármol arde.

Estábase alegrando
del mal ajeno el pecho empedernido
cuando, abajo mirando,
el cuerpo muerto vido
del miserable amante allí tendido,

y al cuello el lazo atado
con que desenlazó de la cadena
el corazón cuitado,
y con su breve pena
compró la eterna punición ajena.

Sentió allí convertirse
en piedad amorosa el aspereza.
¡Oh tarde arrepentirse!
¡Oh última terneza!
¿Cómo te sucedió mayor dureza?

Los ojos s’enclavaron
en el tendido cuerpo que allí vieron;
los huesos se tornaron
más duros y crecieron
y en sí toda la carne convertieron;

las entrañas heladas
tornaron poco a poco en piedra dura;
por las venas cuitadas
la sangre su figura
iba desconociendo y su natura,

hasta que finalmente,
en duro mármol vuelta y transformada,
hizo de sí la gente
no tan maravillada
cuanto de aquella ingratitud vengada.

No quieras tú, señora,
de Némesis airada las saetas
probar, por Dios, agora;
baste que tus perfetas
obras y hermosura a los poetas

den inmortal materia,
sin que también en verso lamentable
celebren la miseria
d’algún caso notable
que por ti pase, triste, miserable.


La Ode ad florem Gnidi, que también lleva el título deCanción V, ha sido interpretada como un mero ejercicio suasorio con el que Garcilaso habría querido interceder ante una dama napolitana, Violante Sanseverino, en nombre de su amigo Mario Galeota. Más allá de ese pretexto, el poema cumple el cometido de introducir la oda en el repertorio de géneros de la poesía española y se suma, por lo tanto, al proyecto renovador de Garcilaso como un logrado experimento que se elevará a la categoría de arquetipo para la oda del Siglo de Oro.
La voz poética aparece en calidad de actante marginal de una anécdota amorosa protagonizada por otras entidades. Se anula, por lo tanto, la reflexividad del lamento petrarquista de las cuatro canciones precedentes y el yodepone la función sintomática en favor de la apelativa. Siguiendo el ejemplo de la oda antigua, la primera persona asume el rango de consejero que esgrime ante la destinataria diversas tácticas persuasivas a fin de doblegar su voluntad.

MIRE LOS MUROS DE LA PATRIA MÍA-FRANCISCO DE QUEVEDO

                                                      Mire los muros de la patria mía 



Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: vi que el sol bebía 5
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos, 10
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.


El tema: pesimismo y desengaño propios del Barroco.
El  tópico literario de la fugacidad del tiempo:
 Tempus fugit hace referencia al inexorable paso del tiempo en todo lo
 que hay a su paso.
Se aprecia claramente en la primera estrofa cuando nombra a los muros de su patria
que se han desmoronado.

Memento mori o el paso del tiempo unido a el recuerdo de la muerte hace
que el narrador tenga muy presente el hecho de que la muerte también le llegará a él como
a todo lo que está notando,como se puede ver en los dos últimos versos. El autor se rinde
al paso inexorable del tiempo y la irremediable llegada de la muerte, añorando tiempos
anteriores, un pasado glorioso.

Estructura interna: El poema se compondría de cuatro partes coincidiendo con su marco formal. 
En la primera estrofa el poeta observa desde su casa los muros de su patria, ya viejos y 
desmoronados, en otros tiempos fuertes. 
En la segunda estrofa el poeta sale al campo y describe un paisaje donde la luz del día se mezcla 
con las aguas heladas de un arroyo y las sombras de ganados. 
En la tercera estrofa  entra de nuevo a casa y describe la desolación interior producida por el paso
del tiempo. 
En la última estrofa  hace alusión a la muerte.

"ODA DE LA VIDA EN EL CIELO"- FRAY LUIS DE LEÓN

                                                    ODA XIII – DE LA VIDA DEL CIELO


Alma región luciente,
prado de bienandanza, que ni al hielo
ni con el rayo ardiente
fallece; fértil suelo,
producidor eterno de consuelo:
de púrpura y de nieve
florida, la cabeza coronado,
y dulces pastos mueve,
sin honda ni cayado,
el Buen Pastor en ti su hato amado.
Él va, y en pos dichosas
le siguen sus ovejas, do las pace
con inmortales rosas,
con flor que siempre nace
y cuanto más se goza más renace.
Y dentro a la montaña
del alto bien las guía; ya en la vena
del gozo fiel las baña,
y les da mesa llena,
pastor y pasto él solo, y suerte buena.
Y de su esfera, cuando
la cumbre toca, altísimo subido,
el sol, él sesteando,
de su hato ceñido,
con dulce son deleita el santo oído.
Toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,
con que envilece el oro,
y ardiendo se traspasa
y lanza en aquel bien libre de tasa.
¡Oh, son! ¡Oh, voz!  Siquiera
pequeña parte alguna decendiese
en mi sentido, y fuera
de sí la alma pusiese
y toda en ti, ¡oh, Amor!, la convirtiese,
conocería dónde
sesteas, dulce Esposo, y, desatada
de esta prisión adonde
padece, a tu manada
viviera junta, sin vagar errada

El tema principal de este poema es alcanzar a Dios, aunque nos expresa que todavía no lo halogrado, y los motivos principales de la obra son la naturaleza y la música,predominantes

en toda su obra.
De la vida en el cielo” es el título de la oda XIII.  Una oda es una palabra latina con origen griego que hace referencia a unacomposición poética del género lírico. En este poema se exalta la vida en el cielo. El bucolismo pastoril, influido por la tradición literaria bíblica, sirve para que el poeta haga una alegoría de lo que será el cielo. La alegoría del Buen Pastor juntamente con la alegoría matrimonial para significar la relación del alma con Dios -influencia inequívoca del Cantar de los cantares- configuran el soporte de todo el poema.

FRAY LUIS DE LEÓN

                                                       Fray Luis de León

 


  Nació en Belmonte (Cuenca), el año de 1527. Desde joven se consagró a la iglesia, y tomó el hábito de San Agustín, habiendo ingresado en el convento de Salamanca, en el cual profesó el 29 de enero de 1544.

    En dicha ciudad siguió sus estudios con gran éxito y aplauso, habiendo sido graduado en teología en 1561, para al siguiente año ganar por oposición la cátedra entonces llamada de Durando, y algún tiempo después la de Sagradas Escrituras.

    Fue considerado como uno de los más sabios hombres de su tiempo, y no sin razón, pues conocía a fondo las lenguas orientales, y sus estudios abarcaban todo el campo del saber humano de entonces.

 En vida suya gozó de gran popularidad, y hasta inmediatamente después de su muerte se hizo conservar el aula en que explicaba, que se halla hoy exactamente en el mismo estado que entonces.

"ODA A LA VIDA RETIRADA" - FRAY LUIS

                                      "ODA A LA VIDA RETIRADA" 


¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruïdo, 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido; 

Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado, 
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio Moro, en jaspe sustentado! 

No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera. 

¿Qué presta a mi contento 
si soy del vano dedo señalado; 
si, en busca deste viento, 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado? 

¡Oh monte, oh fuente, oh río,! 
¡Oh secreto seguro, deleitoso! 
Roto casi el navío, 
a vuestro almo reposo 
huyo de aqueste mar tempestuoso. 

Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero. 

Despiértenme las aves 
con su cantar sabroso no aprendido; 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
el que al ajeno arbitrio está atenido. 

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo. 

Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto. 

Y como codiciosa 
por ver y acrecentar su hermosura, 
desde la cumbre airosa 
una fontana pura 
hasta llegar corriendo se apresura. 

Y luego, sosegada, 
el paso entre los árboles torciendo, 
el suelo de pasada 
de verdura vistiendo 
y con diversas flores va esparciendo. 

El aire del huerto orea 
y ofrece mil olores al sentido; 
los árboles menea 
con un manso ruïdo 
que del oro y del cetro pone olvido. 

Téngase su tesoro 
los que de un falso leño se confían; 
no es mío ver el lloro 
de los que desconfían 
cuando el cierzo y el ábrego porfían. 

La combatida antena 
cruje, y en ciega noche el claro día 
se torna, al cielo suena 
confusa vocería, 
y la mar enriquecen a porfía. 

A mí una pobrecilla 
mesa de amable paz bien abastada 
me basta, y la vajilla, 
de fino oro labrada 
sea de quien la mar no teme airada. 

Y mientras miserable- 
mente se están los otros abrazando 
con sed insacïable 
del peligroso mando, 
tendido yo a la sombra esté cantando. 

A la sombra tendido, 
de hiedra y lauro eterno coronado, 
puesto el atento oído 
al son dulce, acordado, 
del plectro sabiamente meneado.

Si analizamos la primera parte del poema : “¡Qué descansada vida....con mortal cuidado ?...”. Las liras se agrupan en dos : las dos primeras nos ofrecen un anhelo de la vida que lleva aquel que no desea riquezas y huye del “mundanal ruido”. En las otras dos Fray Luis continúa desarrollando el mismo tema, el que huye de la ciudad no busca la fama, el autor tampoco.
En la segunda parte Fray Luís se dirige a la naturaleza y afirma que necesita descansar y disfrutar de las maravillas que esta le brinda. Quiere estar en soledad para lograr escapar de la vida mundana.
En la tercera parte nos hace la descripción del huerto donde va a refugiarse.
Por último, en la quinta parte del poema hace un llamamiento o una advertencia a los que viven pendientes de las riquezas materiales y compara esta vida con la suya, la cual es mucho mejor ya que no tiene ninguna preocupación.
El tema principal del poema es la búsqueda de la paz en contacto con la naturaleza, alejado del poder y del dinero, es decir, de los males de la sociedad. Los motivos que lo engloban son la naturaleza como lugar ideal, la soledad, la libertad, el desprecio del poder, la esperanza y el deseo de acercarse a Dios .

"MADRE, YO AL ORO ME HUMILLO-FRANCISCO DE QUEVEDO

                                                            Madre, yo al oro me humillo

Madre, yo al oro me humillo, 
Él es mi amante y mi amado, 
Pues de puro enamorado 
                                                                Anda continuo amarillo. 
Que pues doblón o sencillo 
Hace todo cuanto quiero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 

Nace en las Indias honrado, 
Donde el mundo le acompaña; 
Viene a morir en España, 
Y es en Génova enterrado. 
Y pues quien le trae al lado 
Es hermoso, aunque sea fiero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 

Son sus padres principales, 
Y es de nobles descendiente, 
Porque en las venas de Oriente 
Todas las sangres son Reales. 
Y pues es quien hace iguales 
Al rico y al pordiosero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 

¿A quién no le maravilla 
Ver en su gloria, sin tasa, 
Que es lo más ruin de su casa 
Doña Blanca de Castilla? 
Mas pues que su fuerza humilla 
Al cobarde y al guerrero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 

Es tanta su majestad, 
Aunque son sus duelos hartos, 
Que aun con estar hecho cuartos 
No pierde su calidad. 
Pero pues da autoridad 
Al gañán y al jornalero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 

Más valen en cualquier tierra 
(Mirad si es harto sagaz) 
Sus escudos en la paz 
Que rodelas en la guerra. 
Pues al natural destierra 
Y hace propio al forastero, 
Poderoso caballero 
Es don Dinero. 



En la primera estrofa la voz poética escribe en primera persona y narra de una manera confidente a su madre lo que siente y lo que hace sentir el dinero.
En la segunda estrofa, la voz poética nos cuenta de donde viene, lo que recorre y finalmente donde va a parar el dinero, y también que el que tiene dinero aunque sea un triste infeliz a los demás puede que les perezca feliz.
En la tercera estrofa lo que se nos viene a decir es que con el dinero se puede hacer cualquier cosa.
En la cuarta estrofa obtenemos la información de que la diferencia entre las personas es la cantidad de dinero que se tiene, si a un rico y a un pobre les quitas todo su dinero son iguales.
En la quinta estrofa la voz poética nos dice de una manera irónica lo que el dinero puede hacer, como por ejemplo, si a un hombre miedoso le ofreces una cantidad de dinero para hacer algo que le horroriza lo aceptará, porque a cambio recibirá una recompensa en forma de riqueza.
En la estrofa seis el texto nos indica que si no hubiera dinero no habría nobles para protegerse con escudos.
De la estrofa siete podemos entender que la mayoría de los tratos se aceptan o se rechazan dependiendo de la cantidad de dinero que se ofrezca. También se repite lo dicho en la tercera estrofa, que es que el dinero hace cualquier cosa.